J.S. Sansano

Vivir para Contarlo

 

«Vivir para Contarlo» es una saga de novelas —o se plantea como tal— que nace de las experiencias vividas, de los recortes emocionales a nuestras pequeñas-grandes hazañas, y, sobre todo, de la ilusión de incertidumbre ante las decisiones tomadas que se vieron influenciadas por —ironías de la vida— los mejores deseos que otras personas depositaban en nosotros.

Al final de todo, la única responsabilidad es nuestra —o ¿hasta cuándo pensamos seguir echando balones fuera?—. Pero es en esa faceta, temerosa y huidiza, en la que más me gusta profundizar para desentrañar historias. Esa en la que todos podemos vernos reflejados alguna vez —o casi todos—, de rendición ante los placeres mundanos y el camino recto, remando en dirección opuesta a lo que deseábamos. Dejándonos llevar por la corriente.

¿Por qué? Para explorar los diferentes cauces de una misma vida, en este caso la mía —o la de Tony, quien ya se ha desprendido tanto de mí, que lo reconozco tal y como es, un ser independiente, único—. Para preguntarme hasta dónde hubiéramos llegado, de qué maneras, gloriosas o humillantes, habríamos fracasado. Y, aún más importante, para responder a esa pregunta existencial que, según dicen, nos atormenta hacia el final de nuestros días: ¿ha valido la pena…?

vivir para contarlo

Me fascina la resiliencia del ser humano, esa capacidad de adaptación ante las situaciones más jodidas, de supervivencia cuando el cuerpo te pide abandonar. Me provoca sentimientos encontrados con el criterio que ha regido mis actos, ajustando los riesgos al mínimo sufrible, midiendo las distancias antes de saltar, desechando actos pasionales —que debían ser espontáneos, efusivos, carnales…— por su implicación emocional; por pura pereza.

No digo que haya que lanzarse por cada ventana abierta que nos encontremos, suicidarse no conlleva ninguna gloria para los que dejamos atrás. Pero, a veces, vivir es igual de aterrador, y tiene la forma de un balcón, de un escenario, una presentación; de una habitación a oscuras, un paso en falso, de una persona que nos abre su corazón… A veces, vale la pena correr el riesgo. De ahí surge otra pregunta que me hago: De haber aceptado el reto, ¿habríamos salido vivos de esta?

«Vivir para Contarlo» tiene un significado especial para mí. Para Tony. Es una historia que nace y crece con las experiencias de sus personajes, con las decisiones.

El destino ya está escrito para Tony, la estrella del rock español que brilló con intensidad y fugacidad, dejando una estela de luz tras de sí. Es la forma de transmitirlo, de compartirlo, lo único que nos queda al final. Lo que le aporta un significado especial.

Algo único.