«Holden Caulfield», personaje ficticio creado por J. D. Salinger para su novela «El Guardián entre el Centeno».
En esta sección de #personajesconbuenaletra, pretendo rendir un sencillo homenaje a todos esos personajes de la literatura que tanto me han hecho disfrutar en mis lecturas y con algunas de sus adaptaciones.
Holden Caulfield es un personaje complejo y multifacético. Es expulsado de su escuela preparatoria, en Pensilvania, por lo que se siente alienado de la sociedad y lucha por encontrar su lugar en el mundo.
Datos de interés:
- La novela se desarrolla en un período de tres días, durante los cuales Holden se encuentra con varios personajes, incluyendo a su hermana Phoebe, su amigo antiguo Ackley, su exnovia Sally Hayes, un proxeneta llamado Sunny, entre otros. A lo largo de la novela, Holden lucha por establecer relaciones significativas, y se enfrenta a temas como la muerte, la soledad y la pérdida de la inocencia.
- Se preocupa por la autenticidad y la honestidad en las relaciones humanas. Considera que la sociedad es superficial y falsa.
- Se siente atraído por la idea de ser el «guardián entre el centeno», como una metáfora que expresa su deseo de proteger la inocencia y la pureza de los niños, y su miedo a que se corrompan al crecer y enfrentarse al mundo adulto.
- La única persona con la que parece tener una conexión real es su hermana Phoebe.
- Se siente atrapado entre la infancia y la edad adulta, lucha por encontrar un equilibrio entre ambas.
- El personaje aparece también en los relatos del autor: «Slight Rebellion off Madison» y «I’m Crazy», estrechamente ligado con el inicio de la obra principal.
Descripción del personaje:
Es descrito como un adolescente neoyorkino de 17 años, mide un metro ochenta y siete, tiene el cabello color café, con tonos grises en la parte derecha de su cabeza. Fuma mucho, y es delgado. Uno de los elementos distintivos de su apariencia es la gorra de caza roja, con la visera muy larga. Holden siente un gran apegado a hacia ella y la usa durante toda la novela.
Opinión personal:
Tiene gran capacidad para detectar las cualidades más repelentes de las personas con las que se cruza, como el narcisismo, la hipocresía o la superficialidad. Esto produce, a su vez, un efecto de rechazo que roza el propio cinismo. Pese al enorme desdén que siente hacia estos comportamientos, paradójicamente, Holden exhibe algunos de estos rasgos.
Nacido en una vida acomodada, observa el mundo desde su atalaya de privilegios. Cuestiona el valor de las clases sociales, muchas veces, parece oponerse a los convencionalismos por el simple capricho de la oposición.
