Me he propuesto subir pequeñas opiniones de libros que leí hace tiempo a modo de reseñas exprés. Basándome en las anotaciones que tenía guardadas y en las sensaciones que me dejaron al leerlos. Empezando por este, «Antología de Relatos de Terror», por varios autores.
En este libro se reúnen un total de 18 relatos que giran en torno al género de terror. No me atrevería a decir que todas sean historias de terror al uso, este género ha evolucionado mucho, y gran parte de los relatos se acercan más a la intriga con desenlaces macabros. Sin embargo, entre los 18 relatos, hay varios que saben crear esa atmósfera de irrealidad y locura que caracteriza al terror más clásico.
Entre los autores más reconocidos, encontramos a Arthur Conan Doyle, con su relato «El Lote 249», la primera aparición del clásico personaje de la Momia; realmente interesante la incursión del autor de Sherlock Holmes en este género. A H.P. Lovecraft, con «La Llamada de Ctuhulhu», la introducción a la mitología de este autor, indispensable para todo el que sienta cierta curiosidad por saber cómo empezó todo. Incluso encontramos relatos de la pluma de Gustavo Adolfo Bécquer, Allan Poe, y Bram Stoker, que, a pesar de contar con historias un tanto alejadas del género al que representan en esta antología, sin duda es una delicia poder leer algo de estos autores, disfrutar de su genio y habilidad.
Entre los menos conocidos para mí, disfruté mucho de algunos como Honoré de Balzac, con su relato «El Elixir de la Larga Vida», y Guy Maupassant, con «El Horla», cuyas prosas me apasionaron, creando imágenes de una belleza formidable y terrorífica.
En conclusión. El terror clásico no es lo que muchos esperaríamos de un género que se ha endurecido bastante hoy en día. El miedo ha cobrado un matiz más introspectivo y opresivo, incluso «intelectual» me atrevería a decir. Por el contrario, también podemos encontrarnos ante historias de una violencia explícita y descarnada. No es el terror lo que ha evolucionado, sino la sensibilidad colectiva. Ya no nos asusta la presencia de un fantasma con su bola de hierro encadenada a una pierna —presente en una de estas historias—, ya nos sabemos todo a cerca de maldiciones, ya no queremos que intenten asustarnos. Queremos sentir el miedo en nuestra piel, o un sucedáneo que nos haga estremecer.
Es lo que hay. No se puede decir que este libro sea terrorífico, pero sí nos permite adentrarnos en el terror más clásico. Y, con un poco de perspectiva, es fácil apreciar, e incluso disfrutar, el trabajo magistral que hicieron estos autores en su tiempo.
No te dejarán sin sueño, pero te harán sentir que lees a la luz de las velas en un viejo caserón. Y la edición física es preciosa, un indispensable para tu estantería.
